
Si bien la elaboración nos llevará un día entero, el tiempo que tienes que dedicarle es más bien breve, puesto que todo lo que lleva es reposo, reposo y más reposo. Por lo que haces la masa y casi que te puedes olvidar de él hasta el día siguiente. Eso si no eres como yo, que a mi me quitó el sueño pensando si la masa levaría o no, y cual fue mi sorpresa al ver que la masa casi se me desbordaba de la bandeja del horno cuando me levanté al día siguiente!
Bueno, empecemos con lo que nos interesa...
Ingredientes:
1 paquete de harina de fuerza
2 sobres de levadura de panadería
10 gr. de sal
1 vaso de leche a temperatura ambiente
2 cucharadas de agua de azahar
1 copita de ron
100 gr. de azúcar glass
3 huevos a temperatura ambiente (uno de ellos para pintar el roscon)
100 gr. mantequilla a temperatura ambiente
Raspadura de limón y naranja
1 cucharada de miel
Fruta escarchada, azúcar granulada y almendras laminadas para decorar
Manos a la obra!
Lo primero que tenemos que hacer es la masa madre, para lo que tenemos que apartar de nuestros ingredientes 90g de harina de fuerza, los dos sobres de levadura y 50ml de leche. La leche deberá estár tibia, como si fuese para el biberón de un bebé. Mezclamos los tres ingredientes hasta que podamos hacer una bola, y cuando hagamos la bola, le damos un corte en forma de cruz y lo metemos a un cuenco con agua tibia (igual que si fuese para el bibe de un bebé, ya os digo, no pasarse con el calor) La bola empezará a soltar burbujitas, es normal. Lo dejamos ahí 10 minutos. Al principio estará en el fondo del agua y al final estará flotando, es normal.
Durante los diez minutos que la masa madre tiene que estar en el agua tenemos tiempo para preparar el resto de la masa. Para ello cogeremos un cuenco suficientemente grande como para añadir 600g de harina con los que haremos un volcán. Dentro del volcán pondremos la sal, el azúcar glass, las ralladuras de naranja y limón y mezclamos para que todo se mezcle bien.
Después añadiremos la leche a temperatura ambiente, 2 huevos a temperatura ambiente y la mantequilla a temperatura ambiente. Mezclamos bien con una cuchara de palo y agregamos nuestra bolita de masa madre que habremos sacado del agua y sacudiremos un poquito para que no esté chorreando al incorporarla.
Mezclamos bien. Añadimos el agua de azahar, el ron y la cucharadita de miel. Llegara un momento en el que inevitablemente tendremos que meter las manos a la mezcla para que nos quede bien homogenea. Os recomiendo que os espolvoreéis un poquito de harina ya que la masa es bantate pegajosa. Podéis agregar más harina sin véis que la masa está demasiado líquida, pero deberéis tener en cuenta que la masa tiene que quedaros con una consistencia pegajosilla, que pongáis el dedo en la masa y al separar se estire la masa.
Enharinamos un cuenco grande y dejamos que la masa repose en él durante 12 horas en un lugar fresco (si queréis podéis meterlo a la nevera) Cuanto más fresquita esté la masa, más esponjoso quedará luego el roscón. Yo hice la masa por la mañana para poderla hornear a la mañana siguiente. Os recuerdo una cosa importante, que es que tapéis el cuenco donde reposa la masa con film trasparente, dadle un par de vueltas para que si leva mucho la masa, no se os escape del cuenco!
A las 12 horas comprobaréis que la masa ha doblado su tamaño, y entonces es el momento de romper la masa, amasar otro poquito y darle la forma de roscón.
Cuando os digo romper la masa quiero decir que cogéis, enharinais la encimera de la cocina y tiráis la masa con fuerza 3 veces para que suelte todo el gas que ha acumulado. Después de romper la masa amasamos de nuevo durante cinco minutos, ponemos en la bandeja del horno una lámina de silicona o papel de hornear (lo que uséis cada uno en vuestra casa) hacemos una bola con la masa y le hacemos un agujero en el medio. Lo vamos estirando con cuidado hasta que le demos la forma deseada.

Os parecerá que queda muy finito, pero es que ahora tiene que seguir creciendo! Os recomiendo que pongáis en el centro algo redondo si queréis que vuestro roscón tenga agujero en el medio, o de lo contrario cuando pasen las siguientes 12 horas os encontraréis con que la masa a crecido tanto que se ha unido en el centro, en mi caso yo puse el mortero.
Dejamos como ya os he dicho que repose 12 horas para que le de tiempo de levar de nuevo con la forma. Para que la masa no se nos seque, tendremos que meter la bandeja del horno con la masa en un par de bolsas de modo que quede completamente protegido.

Cuando han pasado ya las 12 horas el roscón estará ya enorme, y será el momento de precalentar el horno a 180º. Mientras pintamos el roscón con huevo, ponemos encima las frutas escarchadas, las almendras en láminas y el azúcar granulado.
Para hacer el azúcar granulado es tan fácil como coger el azúcar que queramos poner (depende de lo golosos que seáis) y añadirle unas gotitas de agua, con los dedos lo amasamos hasta que se quede grumoso. Esos grumos son el azúcar granulado que pondremos por encima del huevo pintado. Ya estamos listos para hornear!
Para que no se os dore demasiado podéis meter el roscón al horno y cubrirlo con papel de aluminio, que quitaremos en los últimos 5 minutos de horneado. En total yo lo tuve 20 minutos a 180º, pero como siempre digo, cada uno conoce su horno y sabe si necesita 5 minutos más o no.

Lamento que no haya tantas fotos como otras veces, y que las que hay se vean tan mal, pero las saqué con el móvil y no pude hacer fotos del proceso de amasado ya que estaba yo sola y como veréis, la masa es bastante pringosilla.
Espero que os animéis a hacer el roscón de reyes, pues como véis, lo único que necesitáis es mucha paciencia y el resultado merece muchísimo la pena, yo no he probado un roscón tan rico y con una textura tan suave y esponjosa.
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